martes

La soledad

No soy una persona a la que estar sola le suponga un gran problema, es más, necesito unas dosis de soledad mínimas al día para airearme, para encontrar algo de paz y salir de ese ruido constante, de esa fatiga mental que provoca la compañía permanente, incluso las compañías más gratificantes. Sin embargo, en Trondheim, cuando ya llevaba más de diez días en Noruega, empecé a sentir el peso de esa soledad y, por primera vez en el viaje, me sentí cansado. No era el cansancio agradable que produce el pedaleo, incluso bajo la lluvia y el frío, era un cansancio mental, quizá provocado por las 36 horas de barco de las que acababa de salir o de la lluvia (once again) que me dio la bienvenida al pisar tierra en Trondheim, la vieja capital, la ciudad de los reyes donde el clero también tenía su cuartel general con una catedral imperiosa. Y es bonito pasearse por sus calles y por sus canales que hacen de ella, dicen, la Venecia del norte (una más), pero todo eso pasaba ante mí sin llegar a interesarme demasiado, como si todo lo que captaban mis ojos rebotara contra mi conciencia cansada; me daba igual y pronto me harté de la visita turística, incluso cuando el sol se dignó a aparecer. Llegué a Trondheim a primera hora de la mañana y no saldría de allí hasta las once de la noche, cuando un tren me llevaría a Bödo, último refugio del ferrocarril en Noruega. Sin embargo, a las siete de la tarde ya estaba allí, en la estación, esperando, y allí conocí a Maki, una japonesa que estaba sola como yo y que cogía el mismo tren. Pero de ella hablaré mañana. Ahora dejo unas fotos de Trondheim, que a pesar de que yo no tenía el día, es una ciudad que vale la pena.





La primera es de la catedral, la segunda una vista desde la torre de la catedral en la que, al fonfo, se vislumbra la salida del ferri. La tercera es la foto de los canales que le valen a Trondheim el apelativo de 'Venecia del norte'.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonitas fotos. Eso de la Venecia del norte lo habia oido de Amsterdam...
Todavia tenemos pendiente lo de la auditora...