jueves

"Underequipped cyclist"


No sé por qué pero me pareció que tenía cara de español. Estaba preparándose para cruzar uno de los túneles que unen las distintas islas Lofoten y empezamos a hablar. Se llama Martin y es inglés. Y también va al Cabo Norte. Cuando le digo que compartimos destino echa una ojeada a mis birriosas alforjas y dispara con su brutal sinceridad: "You want to go to Nordkap like this??? You are a very underequipped cyclist".

Eso me llegó al alma, y aunque intenté convencerle de que llevaba todo lo necesario, sabía que en el fondo tenía razón. Es normal que piense que estoy infrapreparado al ver que él arrastra un vagón de 40 kilos con todo tipo de equipamientos para cualquier contingencia. Le podría haber respondido que es un tipo overequiped, pero tampoco me apetecía discutir así que seguimos unos kilómetros juntos como si nada. Es entonces cuando me cuenta que viene dando pedales desde Chequia, de donde es originaria su familia. Un año antes cruzó los Pirineos en bici y se acuerda de Jaizkibel y de la noche que pasó en un camping de Fuenterrabía. Es un tío bastante extravagante, que ametralla con un discurso algo desordenado del que siempre se desprende una seguridad pasmosa, como si sólo lo que él hace fuera lo correcto.

Su viaje es un ejemplo de austeridad, sólo para en campings una vez por semana, el resto hace acampada libre, él solo, disfrutando de la libertad de la bici. En cuanto a la alimentación, no es ningún ejemplo de nada: cuando me lo encuentro lleva un cargamento de plátanos, unos 3 kilos, porque estaban de oferta en el super. Sólo come eso hasta que se acaben.También sorprende su despliegue físico porque arrastra los 40 kilos de su vagón durante una media de 150 kilómetros diarios, hasta la medianoche para aprovechar que el sol nunca se pone. Me deja probar su vehículo unos segundos y compruebo que yo llevo un peso pluma, apenas puedo mover esa mole. Nos despedimosporque yo me paro en Stamsund y él piensa seguir hasta Svolvaer, mi siguiente etapa. Me insiste para que le acompañe, para que sigamos juntos hasta el Cabo Norte, y me tienta, porque su compañía es agradable a a la par que estrambótica, pero Sophie ya me ha reservado cama en Stamsund y me siento obligado a ir. Cada uno siguió su camino, aunque nos volveríamos a ver. Pero eso entonces no lo sabíamos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hay alguna foto más de Sophie? En la que pones no se la ve bien... ¿Has vuelto a saber algo más de ella?

Eric dijo...

Era alérgica a las fotos, sólo conseguí robarle esa. He sabido de ella de vez en cuando por el Facebook.